La percepción general que se tiene de las personas directivas impide a veces reconocer que se trata de seres humanos, regidos por emociones y susceptibles de sentir angustias y temores. Detrás de la seguridad, la firmeza y la solidez que pueda reflejar un alto mando, existe una persona a la que su condición de líder le impone unos retos personales de enorme complejidad.
El mosaico en lugar del círculo. Porque así nos vemos cuando hacemos supervisión online. Hemos aprendido que la distancia no es barrera: al igual que pueden separarnos cuando estamos cerca, las tecnologías nos acercan cuando estamos lejos. Por eso pensamos que puede resultar de especial funcionalidad para que se beneficien aquellas personas que, por la distancia o las dificultades de conciliación, no puedan acceder a una experiencia de grupo presencial.